Los Jardines de Hamarikyu, ubicados en Chūō, Tokio, son un verdadero oasis de tranquilidad en medio del caos urbano de la ciudad. Este parque público se encuentra en la desembocadura del río Sumida y abrió sus puertas al público en 1946. Con una superficie de más de 250,000 metros cuadrados, el parque cuenta con un estanque central, el Shioiri, que está rodeado por un foso de agua marina procedente de la bahía de Tokio.

Los jardines datan del siglo XVII y formaban parte de una villa de la familia Tokugawa. Hoy en día, los visitantes pueden disfrutar de la belleza natural del lugar mientras recorren el jardín de peonías, ciruelos y campos de cosmos que proveen de flores durante todas las estaciones del año.

La casa de té Nakashima, ubicada en el medio del lago de los jardines, es el lugar perfecto para disfrutar de un té y dulces japoneses mientras se admira el paisaje. Además, los visitantes también pueden presenciar exhibiciones de cetrería con halcones y de Aikido durante el Año Nuevo.

A pesar de estar rodeado de rascacielos de oficinas, los Jardines de Hamarikyu son un verdadero remanso de paz que ofrece un escape del ajetreo y el bullicio de la ciudad. En definitiva, un lugar para desconectar y disfrutar de la belleza natural en pleno centro de Tokio.